lunes, 13 de enero de 2014

PLATERO CUMPLE 100 AÑOS


PLATERO es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se  diría  todo  de  algodón, que  no  lleva huesos.  Sólo  los  espejos  de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. 

Lo  dejo  suelto  y  se  va  al  prado,  y  acaricia  tibiamente  con  su hocico, rozándo las apenas,  las  flores rosas,  celestes  y  gualdas...  Lo llamo  dulcemente:  "¿Platero?",  y  viene a  mí  con  un  trotecillo  alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...  

Come cuanto  le  doy.  Le  gustan  las naranjas, mandarinas,  las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...  

Es tierno  y  mimoso  igual  que un  niño, que  una  niña...  ;  pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo: 

- Tien'asero 

Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo. 


Así comienza la entrañable y conocida obra de Juan Ramón Jiménez, andaluz universal.  
Pero... ¿Cuándo y cómo se publicó? 

«‘Platero’ no era un libro que quisiera publicar Juan Ramón -revela Hernández-Pinzón-. Él lo pensaba incluir en sus obras completas, y, como éstas no las dio nunca, pues jamás hubiera visto la luz si no es por este enfado con su amada Zenobia, que retrasó una traducción de Tagore que él había prometido entregar a un editor y para la que tenía que contar con la gran ayuda de ella».«Entonces, ante la imposibilidad de poder hacerlo en ese momento con Zenobia, y ya muy agobiado, a Juan Ramón no le quedó más remedio que entregar ‘Platero’». 
Así lo explica Carmen Hernández-Pinzón, la sobrina nieta del poeta.

(Extraído del periódico Expreso digital, Perú)


Enlaces:




No hay comentarios:

Publicar un comentario