lunes, 20 de enero de 2014

RECORDAMOS EL DÍA DE LA PAZ

  1. CANCIONES  




Si pudiera olvidar 
Todo aquello que fui 
Si pudiera borrar 
Todo lo que yo vi 
No dudaría 
No dudaría en volver a reír 

Si pudiera explicar 
Las vidas que quite 
Si pudiera quemar 
Las armas que use 
No dudaría 
No dudaría en volver a reír 

Prometo ver la alegría 
Escarmentar de la experiencia 
Pero nunca, nunca mas 
Usar la violencia 

Si pudiera sembrar 
Los campos que arrasé 
Si pudiera devolver 
La paz que quité 
No dudaría 
No dudaría en volver a reír 

Si pudiera olvidar 
Aquel llanto que oí 
Si pudiera lograr 
Apartarlo de mí 
No dudaría 
No dudaría en volver a reír 

Prometo ver la alegría 
Escarmentar de la experiencia 
Pero nunca, nunca mas 
Usar la violencia


Para hacer esta muralla, 
tráiganme todas las manos 
los negros, sus manos negras 
los blancos, sus blancas manos. 

Una muralla que vaya 
desde la playa hasta el monte 
desde el monte hasta la playa, 
allá sobre el horizonte. 

—¡Tun, tun! 
—¿Quién es? 
—Una rosa y un clavel... 
—¡Abre la muralla! 
—¡Tun, tun! 
—¿Quién es? 
—El sable del coronel... 
—¡Cierra la muralla! 
—¡Tun, tun! 
—¿Quién es? 
—La paloma y el laurel... 
—¡Abre la muralla! 
—¡Tun, tun! 
—¿Quién es? 
—El gusano y el ciempiés... 
—¡Cierra la muralla! 

Al corazón del amigo: 
abre la muralla; 
al veneno y al puñal: 
cierra la muralla; 
al mirto y la yerbabuena: 
abre la muralla; 
al diente de la serpiente: 
cierra la muralla; 
al corazón del amigo: 
abre la muralla; 
al ruiseñor en la flor… 

Alcemos esta muralla 
juntando todas las manos; 
los negros, sus manos negras 
los blancos, sus blancas manos. 

Una muralla que vaya 
desde la playa hasta el monte 
desde el monte hasta la playa, 
allá sobre el horizonte. 

Al corazón del amigo: 
abre la muralla; 
al veneno y al puñal: 
cierra la muralla; 
al mirto y la yerbabuena: 
abre la muralla; 
al diente de la serpiente: 
cierra la muralla; 
al corazón del amigo: 
abre la muralla; 
al ruiseñor en la flor… 
abre la muralla.
    
                                                                              (Nicolás Guillén)



Llegó con tres heridas 
la del amor, 
la de la muerte, 
la de la vida. 




Con tres heridas viene: 
la de la vida, 
la del amor, 

la de la muerte 




Con tres heridas yo: 
la de la vida, 
la de la muerte 

la del amor.


                                                                                   (Miguel Hernández)


2.   POEMAS

  • Pido la paz y la palabra (Blas de Otero)
Escribo


en defensa del reino

del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido

la paz y la palabra.


  • Cultivo una rosa blanca (José Martí)

Cultivo una rosa blanca, 


En julio como en enero, 

Para el amigo sincero 
Que me da su mano franca.  

Y para el cruel que me arranca 


El corazón con que vivo, 

Cardo ni ortiga cultivo: 
Cultivo la rosa blanca.


  • Preguntas (José Manuel Caballero Bonald)


Ya se han puesto en camino 
la muerte y sus patrullas: 
la muerte, esa aliada 
de la guerra más sucia, 
y con ella los cómplices 
duchos en imposturas. 
Dejan por los caminos 
una imperial basura 
y sus armas contestan 
a todas las preguntas. 
Patrañas y rapiñas 
con la paz se camuflan 
mientras la vida cuenta 
sus muertes una a una. 
La guerra es una patria 
de horrible catadura 
y el dios de los ejércitos 
no retrocede nunca: 
con sus armas contesta 
a todas las preguntas. 


lunes, 13 de enero de 2014

PLATERO CUMPLE 100 AÑOS


PLATERO es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se  diría  todo  de  algodón, que  no  lleva huesos.  Sólo  los  espejos  de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. 

Lo  dejo  suelto  y  se  va  al  prado,  y  acaricia  tibiamente  con  su hocico, rozándo las apenas,  las  flores rosas,  celestes  y  gualdas...  Lo llamo  dulcemente:  "¿Platero?",  y  viene a  mí  con  un  trotecillo  alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...  

Come cuanto  le  doy.  Le  gustan  las naranjas, mandarinas,  las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...  

Es tierno  y  mimoso  igual  que un  niño, que  una  niña...  ;  pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo: 

- Tien'asero 

Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo. 


Así comienza la entrañable y conocida obra de Juan Ramón Jiménez, andaluz universal.  
Pero... ¿Cuándo y cómo se publicó? 

«‘Platero’ no era un libro que quisiera publicar Juan Ramón -revela Hernández-Pinzón-. Él lo pensaba incluir en sus obras completas, y, como éstas no las dio nunca, pues jamás hubiera visto la luz si no es por este enfado con su amada Zenobia, que retrasó una traducción de Tagore que él había prometido entregar a un editor y para la que tenía que contar con la gran ayuda de ella».«Entonces, ante la imposibilidad de poder hacerlo en ese momento con Zenobia, y ya muy agobiado, a Juan Ramón no le quedó más remedio que entregar ‘Platero’». 
Así lo explica Carmen Hernández-Pinzón, la sobrina nieta del poeta.

(Extraído del periódico Expreso digital, Perú)


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